Gestionar un taller puede ser muy gratificante, pero incluso cuando las cosas van bien, administrar un negocio como este puede ser estresante. La ansiedad puede mantenerte despierto por la noche, mientras una serie de preguntas te atraviesan la mente. ¿Son felices tus clientes? ¿Continuarán regresando? ¿Puedes cubrir tus costes y pagar tus deudas? ¿Tienes suficiente flujo de caja? ¿Son felices tus empleados? ¿Podrás mantener a los mejores miembros de tu equipo trabajando para ti? ¿Tu equipo es lo suficientemente bueno y está preparado para el futuro, y si no es así, cuándo y cómo los reemplazarás?
La presión en sí puede ser tan agotadora como el esfuerzo físico, lo que te hace sentir estresado y cansado. No puedes cambiar nada de esto porque administrar un negocio de mecánica es estresante. Pero lo que puedes hacer es aprender a manejar el estrés de manera más efectiva para que puedas rendir al máximo y disfrutar de la vida.
Cuanto menos estresado estés, mejor será el servicio al cliente que les proporciones.
Aquí te indicamos diez consejos principales:
1. No te olvides de las cosas buenas.
Cuando consideras todo lo que se debe hacer para que la empresa siga funcionando bien, es fácil sentirse negativo. En cambio, trata de recordar todas las cosas que van bien y de pensar positivamente. Tal vez incluso puedes escribirlas: el proceso de enumerar las cosas positivas de tu empresa podría recordarte que hay muchas de ellas que has olvidado y que posiblemente has comenzado a dar por sentado. Es fácil olvidar todas las cosas buenas que has logrado mientras te distraes por cuestiones que requieren atención.
Incluso podrías pegar tu lista a tu pizarra. Luego, cada vez que te sientas estresado por cosas que aún deben abordarse, puedes mirarla y recordar que muchas cosas que solían ser desafíos ahora son logros.
2. Prioriza tus tareas.
Priorizar tu carga de trabajo no solo convierte tu taller en un sitio de trabajo eficiente, sino que también te ayuda a sentirte tranquilo. Una de las causas más comunes del estrés es la sensación de que hay demasiado para hacer, lo que significa que a veces cambias entre tareas y logras poco en cualquiera de ellas. No trates de resolver todos tus problemas a la vez.
Prioriza tus tareas. Clasifícalas en orden de importancia, solo enfócate en una a la vez. Al hacer esto, lograrás las cosas de la lista de manera más eficiente y efectiva, con tu mente y enfoque en el trabajo actual.
A algunas personas no les gusta hacer esto porque les hace darse cuenta de la larga lista de trabajos que tienen que hacer. Incluso si ese es el caso, sigue siendo una experiencia más tranquila y productiva marcarlos de uno en uno que tratar de pensar en todas a la vez.
3. Escribe tus preocupaciones.
Como propietario de un negocio, siempre es difícil desconectarse del trabajo cuando estás en casa. Comes, duermes y respiras tu negocio; eso es lo que te hace exitoso, pero también te desanima. Puedes encontrarte constantemente pensando en tu negocio y las cosas que deberías estar haciendo. Si te preocupas demasiado por el trabajo cuando estás en tu casa, en realidad no estás logrando nada para el negocio y no estás disfrutando de tu tiempo libre, lo cual tienes que hacer para obtener el descanso que necesitas cuando vuelves al taller.
Una manera simple y rápida de despejar tus pensamientos es anotar cualquier problema y/o posible solución en la que hayas estado pensando. Psicológicamente, has descargado el pensamiento y lo has "salvado". Puedes sentirte seguro, sabiendo que no te olvidarás el problema y podrás volver a él cuando te sientas más fresco.
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